[Abro mi cielo.
Se adentra tu nube.
Llueve ahora.]
Y permanezco
con la sal húmeda de tu abrazo,
callada, mirando las luces pequeñas
que parpadean en tu risa.
¡Es tan hermosa la Tierra, amor mío!
¿Le ponemos nombre a las flores que están brotando del silencio?
"SemiYA",
por tu inmediato asalto a mis ingles.
Fecunda la apertura.
Y cierra el día detrás nuestra,
que no traspasen los gigantes del crepúsculo
esta unión definitiva.
No hay comentarios:
Publicar un comentario