Como una margarita violeta que nace de la última gota de la Tierra, late esta tarde mi corazón. Con la agonía del agua que desaparece, una voz que se pierde o una luz que se olvida. Busco el resplandor después de la sombra, la pureza de la vida. Me uno a ti, sintiendo en el alma la humedad del dolor que termina. [El agua. La voz. La luz.] Dejo en la mesilla mis recuerdos tristes y te muestro la línea del futuro a su paso fugaz por mi boca. Si me besas, viajeremos juntos por una isla multitemporal. Tu y yo, y todos los universos.
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Átame a tu aliento y emprende el viaje con mi voz en tu boca gritando palabras desde las nubes que innovan formas pasajeras. Des...
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Consiénteme los sueños esta noche en que siento el mar tan lejos como tus labios. Y cuéntame esa historia de hadas en las olas inventan...
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Te irás, la vida se definirá por otros gemidos, se abrirá la puerta a la inmensidad triste. © Laura Villanueva Guerrero
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