Te has enredado en mi tarde. La brisa te ha nombrado tanto que suena el mar en las hojas de los árboles con un aroma a sal de vainilla. En mi piel arden pequeñas algas de primavera. Pienso en ti. Se aleja la noche, llegará en otro siglo. Ahora es imposible que anochezca, con la luz expansiva de tu boca.
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Átame a tu aliento y emprende el viaje con mi voz en tu boca gritando palabras desde las nubes que innovan formas pasajeras. Des...
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Consiénteme los sueños esta noche en que siento el mar tan lejos como tus labios. Y cuéntame esa historia de hadas en las olas inventan...
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Te irás, la vida se definirá por otros gemidos, se abrirá la puerta a la inmensidad triste. © Laura Villanueva Guerrero
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