El mar es hiedra negra trepando por mis piernas, batallando con un deseo blanco que se extiende piel arriba. Como ángeles de espaldas al sol, cegados por ráfagas de petróleo. Salivo con tu nombre posado en mi lengua. Estas ganas de ti algún día vencerán a la oscuridad.
jueves, 16 de noviembre de 2017
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