domingo, 5 de noviembre de 2017
Himno
Llega la mañana
con sus sombras azules.
El día te contiene desde su origen.
Cantan los pájaros en el tejado
de enfrente,
en ese aprendizaje natural del sonido.
Y yo empiezo a soñarte despierta,
con la mano en el pecho
como quien escucha un himno.
Respiro con los ojos cerrados.
Ahora niego la luz.
Quiero verte,
qué importa el mundo
si sólo puedo imaginarte.
No se detienen las horas,
todo avanza sin ti
hacia el mismo precipicio.
Allí suelo abandonar mi cuerpo
para que tus labios
protejan mi vuelo.
Siempre estaré sobre el mar,
como a ti te gusta,
contoneándome como una ola más
que te desea
llena de agua y movimiento.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
-
Transito en tu pulso, callada, para que no despierten los celos de tu sangre. Traigo las estrellas que cayeron sobre mí la última m...
-
Eres luz, un brillo revoloteando en mi pecho, el cielo cayendo despacio como lluvia de verano, la oportunidad de Amar, el privilegio reno...
-
Consiénteme los sueños esta noche en que siento el mar tan lejos como tus labios. Y cuéntame esa historia de hadas en las olas inventan...
No hay comentarios:
Publicar un comentario