sábado, 4 de noviembre de 2017

Invisible



El tren pasa
como una oportunidad circular.

Siempre estaré rondándote
como un suspiro
de luz tranquila,
casi sin rozarte.
Siempre volveré
desde los besos.
La distancia sólo es un dolor
invisible,
podemos espantarlo con los labios.


Pero me despierto
y te busco en la cama
y una huella de tu sudor
me quema los dedos.

Estás en lo imperceptible,
en mi propia mirada de las cosas.

Por eso no te vas del todo
y lo único tangible
es esta ausencia a medias.

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