lunes, 20 de noviembre de 2017

Regreso


Una ciudad dentro de otra ciudad,
como olvido que circunda el recuerdo,
o tu beso haciéndose fugaz a vista de pájaro.
Y mis ojos pensando en tu luz,
casi ciegos, por un dolor transversal
que todo lo atraviesa.
Así me contabas que era el amor,
una voz callada, apenas silencio.
Pero nunca lo supe,
hasta ahora,
que el mar ha muerto en la rosa
y una ráfaga de oscuridad amarilla
se me ha clavado
en la pupila derecha.
Has vuelto. Lo prometiste
en el último vuelo
que nos mantuvo a salvo
de la muerte. O de la vida.
Quién sabe.
De aquello sólo me quedaba
el vértigo,
hasta ahora,
que vulneras el cerramiento
de mi cuerpo,
para hacerte tan presente.

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