jueves, 16 de noviembre de 2017

Loba y rosa


Entregada a la vida de tus brazos, somos aire tangible en el último fonema de un grito de amor. Vuelvo a sentir la desesperación de los árboles en los largos días de verano. Ese calor de la corteza me invade cada capa de la existencia. Y te busco con todo el cuerpo para sobrevivir desde ti. Late tu fuerza en mi boca, tu músculo humano haciéndome instinto. Soy loba y rosa. Llevo pétalos en las garras. Dejaré mis marcas en tu espalda. Tienen la forma de un corazón invertido. Suelo desangrarme en la manifestación carnal del latido.

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